La demolición de la «Recova Vieja» de Buenos Aires

El 14 de Mayo de 1884, concluía la demolición de la “Recova Vieja”, edificio, que durante 82 años, dividió la “Plaza del Fuerte” de la “Plaza de la Victoria”.

Tras la instalación del nuevo Concejo Deliberante, el presidente Julio Argentino Roca designó el 10 de mayo al primer intendente municipal de Buenos Aires.

El elegido para el cargo fue don Torcuato de Alvear, quien asumió sus funciones cuatro días más tarde. Algunos proyectos de la intendencia son la unificación de las plazas de la Victoria y 25 de Mayo, y la creación de un monumento digno al 25 de Mayo de 1810, un nuevo debate sobre la Pirámide de Mayo.

Una de sus primeras medidas es ordenar la demolición de la Recova Vieja, que se levanta en medio de la Plaza de Mayo.

El Intendente desea mejorar el aspecto céntrico de la ciudad, lo que levanta resistencias vecinales. La calle Rivadavia presenta desolador aspecto en todo el trayecto vecino a la Plaza de Mayo. Está ocupada por boliches de todo tipo, y las construcciones son de ladrillo de adobe sin revocar. Toda la cuadra de Defensa a Bolívar está ocupada por edificios sin importancia y de pésimo aspecto.

Demolición de la Recova de Buenos Aires

La Recova de Buenos Aires denominada en su época Recova de la Carne fue un edificio situado en la Ciudad de Buenos Aires que dividió las plazas de la Victoria y del Fuerte. Su construcción comenzó en el año 1802 y desde entonces y hasta su demolición en 1884 sirvió como sitio de venta de mercaderías para la provisión de los vecinos de la ciudad.

Durante su primer año de gestión como intendente de la ciudad federalizada, Torcuato de Alvear —en el contexto de una gran cantidad de obras destinadas a la sanidad y el embellecimiento urbano— decide la demolición de la Recova. El Intendente decide comenzar los trabajos de demolición sobre el arco central de la recova en agosto de 1883 ya que este pertenecía a la Municipalidad. El resto del edificio, que pertenecía a la familia Anchorena, entró en proceso de expropiación y fue demolida completamente en mayo de 1884.

Los trabajos de demolición del arco central comenzaron el 9 de agosto de 1883 y duraron 8 días. El resto del edificio comenzó a demolerse el 8 de mayo de 1884, apenas se solucionó el juicio de expropiación, y se lo terminó el 14 de ese mismo mes, continuando los trabajos varios días más para limpiar los escombros y empedrar el espacio que había ocupado.

La compañía inglesa de Daniel Latham fue la contratada para la demolición de la Recova Vieja. El motivo es el fuerte movimiento portuario, que pasó de 664.570 toneladas en 1880, a las 1.207.321 este año. La apertura de la Plaza de la Victoria fue efectuada en una sola noche por cientos de peones. Pero los muros de la Recova Vieja son gruesos y sólidos y la tarea debió concluirse días después. Todo esto despertó grandes críticas.

Se quitarán los paraísos que circundan el lugar y se reemplazarán por palmeras, aunque hay botánicos que recomiendan el plátano. El cambio más fuerte es el del nombre: la Plaza de la Victoria desde ahora se llama Plaza de Mayo.

Prosigue así la tarea que lo transforma a Torcuato de Alvear en “el creador de Buenos Aires nuevo”, como lo llaman sus amigos. Encuentra resistencias de todo tipo, pero las va venciendo hasta lograr que la ciudad se acomode a su destino.

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