1898 – Fin del Gobierno de José E. Uriburu

José Evaristo Uriburu luego de dejar la provincia fue elegido senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires, ejerciendo ese cargo entre 1901 y 1910. En el año 1903 volvió a ejercer la presidencia en carácter de interino durante algunos días.

Finaliza el gobierno de Uriburu con una gestión marcada por la crisis hay dos aspectos que marcaron la experiencia de José Evaristo Uriburu durante los tres años y nueve meses que duró su presidencia.

La primera de ellas se refiere a las dificultades que tuvo que enfrentar debido a la cuestión limítrofe con Chile. Si bien el Tratado de 1881 representó importantes acuerdos entre ambos países, todavía quedaron cuestiones sin resolver como, por ejemplo, no se definió si había que priorizar la línea de las más altas cumbres o la divisoria de aguas. Los desacuerdos en la materia llevaron a una serie de desencuentros que obligaron a la Argentina a prepararse para un eventual enfrentamiento militar.

La preocupación por la superioridad naval del vecino país y las informaciones acerca de la adquisición de armamentos llevaron a una tensión con Chile que llegó en 1895 a niveles inesperados e implicaron para el gobierno argentino una obligada reorganización del Ejército y de la Armada.

De allí que se hayan invertido importantes partidas del presupuesto en la adquisición de acorazados, la formación de una escuadrilla de torpederos y la construcción de un Puerto Militar en Bahía Blanca.

El segundo aspecto está vinculado a los esfuerzos de Uriburu por retomar la senda del crecimiento económico luego de la crisis de 1890. Si bien durante su gestión determinados indicadores auguraban una recuperación que hiciera olvidar la crisis (como, por ejemplo, entre 1895 y 1898 las exportaciones superaron a las importaciones; en la década del 90 todavía el país poseía una enorme reserva de tierras para incrementar la producción; cierta recuperación económica en la agricultura, particularmente con el trigo) recién en 1896 fue posible detectar cierta reacción económica.

A partir de ese año los sectores importantes de la economía comenzaron a experimentar una rápida y uniforme expansión.

Sin embargo, durante el gobierno de Uriburu las inversiones fueron poco significativas (como lo demuestra el poco crecimiento en la construcción ferroviaria, señalando un compás de espera en el período 1895-1898), hubo un aumento de la deuda pública (consecuencia de las grandes adquisiciones navales y los preparativos militares) y durante toda la década de 1890 no se pudieron recuperar los saldos de inmigración anual neta anteriores a la depresión económica.

Recién cuando el gobierno pudo imponer cierto orden en la economía, a sumiendo el límite estricto de sus recursos, el país comenzó a emanciparse del legado de la crisis de 1890.