Un recorrido por la historia de la estación Constitución desde 1865 hasta 1898
La estación Plaza Constitución, o simplemente Constitución, es una de las siete estaciones centrales de ferrocarril de Buenos Aires, que oficia como cabecera del Ferrocarril General Roca. Con 16 andenes y 156 millones de pasajeros al año, es la estación más grande y transitada de Argentina, y una de las más grandes del mundo.

La orden religiosa los padres betlemitas construyó en el lugar un hospital, llamado originalmente La Convalecencia, luego Mercado del Alto y por último adopta el nombre de Mercado Constitución, donde finalmente se construiría la estación, el cual toma su nombre de la Constitución del Estado de Buenos Aires, de 1854.
Las obras de construcción se iniciaron el 7 de marzo de 1864, en una ceremonia presidida por el presidente Bartolomé Mitre, y éstas comenzaron frente al Mercado Constitución, en el lugar donde actualmente se ubica la estación ferroviaria, y desde donde la compañía de capitales británicos Gran Ferrocarril del Sud había comenzado su primer tramo de vía hasta Chascomús, un total de 114 km en trocha ancha. La primera sección de la línea, hasta Jeppener, fue librada al servicio público el 14 de agosto de 1865, y durante dicho mes una pequeña estación terminal sita en el Mercado Constitución fue abierta al público y renombrada Plaza Constitución (denominada Constitución I en el listado de edificios donde funcionó la estación). En diciembre de dicho año fue librada al servicio público la línea a Chascomús.
Constitución I
Este primer edificio, recordado como «Constitución I», era una construcción simple cuya fachada sobre la actual calle Brasil, mirando hacia el Mercado Constitución, tenía un frontis por único ornamento. El acceso público entraba por un costado. Esta primitiva terminal tenía solamente dos plataformas: una para la entrada y otra para la salida de trenes.
En las inmediaciones, se levantaron diversos galpones de madera con techos a dos aguas, uno destinado a acopio de lana y otro para carga general, aunque también se depositaba allí cuero y pasto, con el cual se alimentaban los caballos. También existía una cochera.
El cuadro de la estación iba desde la calle Brasil hasta la de Caseros donde había un paso a nivel, desde allí la vía era doble hasta Barracas al Sud, actual Avellaneda, donde se ubicaron los primitivos talleres y el depósito de locomotoras.
Las instalaciones funcionaron así, sin grandes modificaciones, durante más de 18 años. El ferrocarril se constituyó inmediatamente como la mejor alternativa en materia de transporte. Para cuando el tren fue inaugurado ya concentraba poco más de la mitad del transporte de mercancías, en franca competencia con las carretas. Con el tiempo, la brecha en favor del ferrocarril se iría ampliando, al tiempo que las carretas se limitarían únicamente a hacer llegar los productos hasta la punta de riel.
Ya el 3 de febrero de 1866, el Ferrocarril del Sud había puesto en servicio un tranvía a caballo que acercaba a los pasajeros hasta la Estación Constitución, yendo por la calle «Del Buen Orden» (hoy Bernardo de Irigoyen) hasta la Estación Lima en el denominado «Pasaje del Pecado», una cortada que hoy puede imaginarse al costado sur del actual edificio del ex Ministerio de Obras Públicas, en la Avenida 9 de Julio y Moreno, en lo que era la Plaza Monserrat. Posteriormente el servicio se extendió hasta llegar a la altura de la calle Lima N.º 117, dejando a los pasajeros del FCS a solo un paso del centro. Y finalmente llegó hasta la «Estación Parque» del Ferrocarril del Oeste (el terreno del actual Teatro Colón) en 1869. Esta línea luego sería vendida en 1872 a la Compañía de Tranvías de la Ciudad de Buenos Aires.
Constitución 2
Considerando que durante la década de 1870 se había extendido notablemente la traza del ferrocarril, se había duplicado la cifra de pasajeros y también el tonelaje de cargas, se hizo necesaria la construcción de un edificio de dimensiones acordes a los nuevos volúmenes, ya que las instalaciones eran reducidas y los galpones, ineficientes.
En 1883, la empresa encarga a los arquitectos ingleses Parr, Strong & Parr de Londres, el diseño de un nuevo edificio para su estación cabecera que sería construido en lugar de la primitiva estación, más un predio de 37.000 metros cuadrados, al este del cuadro original. La municipalidad mandó abrir las calles «Universidad» (actual Herrera), «General Paz» (actual Guanahani) e «Ituzaingo» que con «Brasil» y «Lima» delimitarán el nuevo cuadro de la estación Plaza Constitución.
Entre 1885 y 1887 se construyó un edificio totalmente nuevo para la estación Constitución. Los arquitectos se habían inspirado en el Castillo de Maisons-Laffitte (Francia) y su estilo es caracterizado como «ecléctico neorrenacentista victoriano», por combinar diversos elementos tomados de la arquitectura renacentista en estilo imperante del período victoriano.
Esta nueva terminal «Constitución II», de apariencia palaciega, fue la primera de su tipo en Buenos Aires y representó una tendencia que luego seguirían las demás compañías ferroviarias en las siguientes décadas. Se destacaba por su mansarda, la cúpula central con un gran reloj y un conjunto escultórico. El cuerpo central, con cuatro accesos, era flanqueado por dos alas para entrada y salida de carruajes, y finalmente los dos volúmenes laterales salientes con buhardillas. En cuanto al interior, las tres plataformas estaban cubiertas por una estructura de hierro empotrada en las paredes laterales, cubierta por cristales vidriados que permitían la iluminación natural.
La nueva estación también tenía 2 galpones para acopio de lana que serían habilitados prematuramente el 30 de agosto de 1884 para albergar familias víctimas de una gran inundación en Barracas y La Boca y otros dos galpones, para cueros y varios que en esa fecha estaban en construcción. El nuevo edificio para pasajeros se terminó durante el año 1885 y los 2 galpones de cargas con desvíos y playa adoquinada para carros, se realizaron en 1886.
La construcción de una trinchera significó la construcción de dos puentes de hierro: uno para peatones en la prolongación de la calle Caseros y otro, carretero, en la calle Ituzaingo, que fueron habilitados durante el año 1887.