La jabonería que sirvió de base de operaciones para idear la Revolución de Mayo
El histórico sitio, en donde se reunieron los patriotas para planificar la independencia argentina.

Los orígenes del solar que ocupó la jabonería de Vieytes se remontan a los días en que don Juan de Garay, al hacer el reparto de tierras entre los hombres de su expedición, dio a Andrés de Pallejo la manzana hoy comprendida por las calles Bernardo de Irigoyen, México, Lima y Chile.
Difícil sin duda alguna sería establecer quiénes fueron sus sucesivos propietarios y los fraccionamientos sufridos por dicha manzana, pero a ciencia cierta se sabe que al morir don Domingo Briñole Pelliza dejó a sus herederos, entre sus bienes: «dos cuartos de tierra en el barrio de Monserrat, linderos con el que vendí a don Marcos Belén y en ellos edificada una casa con asiento de Ataonas de Muías y demás oficinas como para Panadería».
En el reparto de sus bienes estos dos cuartos de tierra, con su casa-panadería, pasaron a poder de sus hijos Juan José Reymundo y María Ignacia Pelliza y Morales, y a sus nietos Videla y Pelliza.
El inmueble permaneció en poder de sus herederos hasta el 16 de octubre de de 1807, en que ante el escribano don Inocencio Antonio Agrelo se presentan don Agustín Videla y Aguiar y don José Pereira de Lucena, en representación de los herederos de don Domingo Briñole Pelliza, y acuerdan vender a don Nicolás Rodríguez Peña la mencionada propiedad en la suma de 2.387 pesos con 3 reales.
La casa vendida está edificada en terreno de 34 varas y media de frente al Norte y 70 varas de fondo, «con un martillo a la parte del Leste con dos tercias (de vara) de ancho», lindando por su frente calle en medio con la casa de Da. Petrona González, por el Este con don José Lazcano (José Francisco Lazcano), por el Oeste con la casa de los herederos de don Marcos Belén y por el Sur con el terreno del negro Juan.
A poco de adquirido, constituye Rodríguez Peña una sociedad industrial con don Hipólito Vieytes para la instalación y explotación de una fábrica de jabón y sebo.
De la administración se encargó Vieytes, y en seguida se dio a la tarea de construir las dependencias para la fábrica y la casa-habitación para él y su familia, la que ocuparon en el mes de diciembre de 1808.
Esta es, en consecuencia, la finca que cobrara con el tiempo valor histórico por haberse realizado en ella las reuniones previas a la memorable jornada del 25 de Mayo de 1810. La casa servía frecuentemente de punto de reunión a los iniciados en el pensamiento de formar un gobierno independiente de la antigua metrópoli.
La consagración de Vieytes a la causa revolucionaria restó su atención y el floreciente negocio de la jabonería entró a fines de 1810 en franca decadencia.
A la muerte de Rodríguez Peña la finca pasó a poder de su hija Catalina, casada con Joaquín Cazón. Años después la casa fue sacada a remate judicial, y la adquirió en la suma de $ 500.000 la firma José Hueyo y Hermano, el 28 de enero de 1869.
Nuevas transferencias de dominio se realizaron a partir de ese año, hasta que en 1932 la adquiere don Alberto Duhau, y ese mismo año resuelve su demolición y la construcción del moderno edificio que hoy ocupa su lugar, bajo la dirección del arquitecto francés don León Dourge, autor a la vez del proyecto.
Largos años demandó a los estudiosos y desató muchas polémicas la ubicación del solar que ocupo la Jabonería de Vieytes, hasta que en 1964, y gracias a la pacienta y documentada labor del historiador don Manuel Carlos Meló, se puede decir con certeza que estaba situada en la actual calle México número 1050/55/62 y 68.
La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, confirmando los estudios del señor Meló, al solicitar la declaración de lugar histórico, dice:
«que se declare lugar histórico el solar de la calle México, donde funcionó la jabonería de Vieytes, ya que de la documentación estudiada por la Comisión Nacional surge, sin duda alguna, que en la finca a la sazón allí ubicada, y que fue propiedad del prócer Nicolás Rodríguez Peña, estuvo situado ese establecimiento, despejando las dudas que sobre este particular se suscitaron con motivo de divergencias de opinión entre estudiosos de la historia».
«Que el dictamen de la Subcomisión Interna de Monumentos y Lugares Históricos, aprobado por la Comisión Nacional, es terminante en cuanto a la verdadera ubicación de la antigua jabonería.»
Si bien tanto la propiedad como la fábrica pertenecían al Dr. Nicolás Rodríguez Peña, tradicionalmente se la conoce como Jabonería de Vieytes.
Lamentablemente la propiedad fue demolida en 1963 para ampliar la avenida 9 de julio.
Fuente:
Los Monumentos y Lugares Históricos de Argentina Carlos Vigil -Edit. Atlántida-