Huelga de cocheros por las calles de la ciudad
En la década de 1880, el francés Alphonse Bertillon había elaborado un método para la identificación de criminales que incorporaba a la fotografía como pieza primordial. Este método fue pronto adoptado en diversas partes del mundo.

En abril de 1899, un decreto municipal promulgado por iniciativa del intendente Adolfo Bullrich obligó a los cocheros de la ciudad a realizarse un retrato fotográfico para confeccionar una ficha individual y un carnet profesional. Los trabajadores, indignados por esta disposición que consideraban los ponía casi al mismo nivel que los delincuentes comunes, organizaron una huelga y un insólito desfile de carruajes por las calles de la ciudad a modo de protesta.
Enarbolando enormes carteles con leyendas del tipo “Retraten a los ladrones públicos”, “Retraten a los caloteadores”, “No somos vagos”, los cocheros pusieron en evidencia su descontento ante este nuevo tipo de prácticas disciplinarias y mantuvieron a la ciudad sin coches de alquiler durante días.