Historia de la Iglesia Nuestra Señora de Pompeya
Es uno de los primeros templos neogóticos de ese país y uno de los pocos existentes en la Ciudad de Buenos Aires.

La Parroquia y Santuario Nuestra Señora del Rosario inicia con el sacerdote italiano Darío Broggi, de la parroquia de San Cristóbal. Él debía atender pastoralmente el barrio de «las ranas» o «de las latas» (Parque Patricios). Decidió entonces levantar la primera capilla el 15 de setiembre de 1895 con la aprobación del Vicario Capitular del Arzobispado de Buenos Aires. La puso bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, y evocando su Santuario de la ciudad de Pompeya, le añadió la especificación de «Nueva Pompeya», que luego daría el nombre definitivo a ese barrio de la Capital.
El 14 de mayo de 1896 el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Uladislao Castellano, bendecía la piedra fundamental del futuro templo, que también se debía al esfuerzo de Broggi. Quien, por entonces, era capellán del colegio de San Vicente de Paúl, en la calle Caridad (Gral. Urquiza) 1923, colaborando con él la Conferencia de Señoras de la Sociedad de San Vicente de Paúl de la parroquia de San Cristóbal.
Cuando ya la obra sobrepasaba sus fuerzas, consiguió y obtuvo la colaboración de los Padres Capuchinos Italianos, que llegaron el 15 de julio de 1899 al Rio de la Plata, para ayudarlo a levantar el edificio. La nueva iglesia fue bendecida el 29 de junio de 1900 por el vicario capitular, Monseñor Luis Duprat.
Dificultades insalvables que se presentaron, hicieron desistir a los padres italianos en proseguir la tarea emprendida. Para hacerse cargo de la futura parroquia, el superior general de la orden envió entonces a varios sacerdotes capuchinos de la provincia de Navarra-Cantabria y Aragón, que llegaron a Buenos Aires en 1902 y se dieron con entusiasmo al nuevo campo de evangelización.
Obra
El templo mide 47 metros de largo y 15 de ancho. La obra fue dirigida por el arquitecto y pintor Augusto Cesar Ferrari y es de claro estilo neogótico.
El frente consta de un portón principal de metal, tiene una cruz en bronce y en su parte superior, que es fija, tiene dos letras superpuestas A y M, del mismo material. Sobre el pórtico hay un vitral con la imagen de San Francisco de Asís. Los zócalos del frente son de granito con terminaciones en mármol. Posee cuatro faroles de metal negro con forma cónica y rodeado de cuatro puntas. En el frente se destacan cuatro columnas con dos relieves en forma de columna de color marrón claro. Presenta una sola torre, que culmina con cuatro pináculos rodeados de almenas.
Posee un reloj que se trajo de Pamplona, España, en 1923. Pero recién en 1935, sus campanas comenzaron a sonar gracias al relojero alemán Enrique Bornemann, ya que hasta ese momento se desconocía su funcionamiento. Bornemann armo también el reloj de la parroquia San Juan Evangelista en la Boca. .La torre también tiene un ojo de buey ciego con una ornamentación que forma una especie de flor de ocho pétalos y en el centro de la misma una cruz.