Historia de barrio: Villa Luro
El 1 de Diciembre de 1911 quedó habilitado un apeadero del F.C. Oeste (luego Domingo F. Sarmiento), al que se denominó Villa Luro, apellido de la familia de la que uno de sus miembros (Pedro Olegario) fuera propietario de tierras de estos lugares.

En la última década del siglo XIX, el Doctor Pedro Olegario Luro, hijo de Pedro Luro, uno de los pioneros de Mar del Plata, quien, entre otras actividades públicas y privadas, se dedicará a realizar bastas operaciones inmobiliarias, adquiere las tierras de una chacra perteneciente a la familia Olivera conocida como Nuestra Señora de los Remedios. Estas tierras se ubicaban entre La floresta y Liniers, aledaña a las vías del Ferrocarril del Oeste y a la actual avenida Rivadavia, continuadora en el tiempo del camino Real del Oeste como se la conocía entre otros nombres.
Los puntos de referencia toponímicos no eran muchos, apareciendo en algunos planos de la zona el “Chalet de Penco”, el tambo “Granja Nacional” de los hermanos Pedro y Julio Costa, y el “Almacén de Fontana”, como así también los paraderos y fondas, “El Arbolito”, en las actuales avenida Rivadavia y Medina, “El Ombú”, en Provincias Unidas (Av. Juan B. Alberdi) y Escalada.
Cuando Luro se hace cargo de estas tierras, comienza a gestionar ante las autoridades del Ferrocarril del Oeste (ya cedido a capitales ingleses) una estación del mismo en tierras de su propiedad, a fin de valorizarlas y proceder luego a su parcelamiento y venta.
En el año 1895 el Ferrocarril habilita dos ramales que, partiendo de su línea troncal, llegarían hasta la luego conocida como estación Ingeniero Brian, a orillas del Riachuelo. Esos ramales unían sus trazas en terrenos de Luro y conformaban, junto con la línea principal, un triángulo virtual, lo que dio motivo a que el paraje peticionado por el dueño de las tierras se conociera como “Las 3 vías”, denominación que identificaba estos lugares antes de llamarse Villa Luro.
Recién en 1911, con la habilitación de un paradero del tren, que estaba instalado a la altura de la calle Irigoyen, se comienzan a promocionar las tierras como Villa Luro dando nacimiento al barrio. Relatan crónicas antiguas que esta precaria estación, que luego sería trasladada a su actual ubicación, es recordada por los antiguos vecinos del lugar como “El Cajón” por sus características constructivas.
En el año 1911 el Ferrocarril del Oeste pondría en funcionamiento el ramal a Versalles y el Ferrocarril Pacífico, otro desde la estación Sáenz Peña, desde sus redes troncales, a Villa Luro. Esta circunstancia convierte a la zona en un nudo ferroviario donde pasaban trenes hacia 5 direcciones, Once, Liniers, Versalles, Sáenz Peña e Ingeniero Brian.
A mediados de 1911, la línea tranviaria eléctrica prolonga su recorrido hasta Liniers, factor este de enorme progreso que, sumado a las obras de rectificación del arroyo Maldonado, comenzarían a modificar el hábitat del incipiente barrio. Los extensos predios en posesión de los hermanos Costa, Penco, Vicente Zabala, ya parcelados, iban siendo loteados y subastados con el trazado de nuevas calles. La urbanización inició la desaparición de tambos, hornos de ladrillos, como así también, quintas de hortalizas, aunque estas últimas subsistieran hasta avanzada la década del 50 del siglo XX. De esta manera, y a la sombra del ferrocarril, creció el barrio de Villa Luro.
Un ejemplo en el barrio
José Amalfitani, conocido popularmente como “Don Pepe” fue un dirigente ejemplar. Presidente de Vélez Sarsfield durante varias décadas, se convirtió en el principal impulsor de un club que fue creciendo con el barrio.
En una época donde Vélez estaba pasando por un momento crítico, tenía muchas deudas, un pedido de desalojo, pocos socios y en lo futbolístico había descendido de categoría, don Pepe, tomó la decisión de mudar el club a un terreno totalmente desfavorable. Alejado del barrio, instaló el club en un bañado del arroyo Maldonado, unos terrenos despoblados y con mucho trabajo por hacer.
Poco a poco y con la ayuda de los vecinos se fue dando forma al proyecto de Amalfitani y las mejoras de la zona no pararon de sucederse. Actualmente, el club tiene su estadio en aquel lugar. En honor a la figura de este gran hombre, se ha instituido la fecha de su fallecimiento, 14 de mayo, como el día del Dirigente Deportivo.