Victoria Romero, esposa del caudillo riojano, a quien acompañó en sus campañas militares
Tenía marcada la cara por un sablazo. Ella se cubría la cicatriz con un manto, pero sabía que debajo de esa tela estaba la evidencia del amor que sentía por su marido, el Chacho Peñaloza, y por su tierra y sus ideas, que defendía con coraje.