Doña Eulalia Ares y la Revolución de las Mujeres
Si bien nunca fue Gobernadora de Catamarca, participó fervientemente en la gesta, destituyendo a un gobernador excedido en su mando
Si bien nunca fue Gobernadora de Catamarca, participó fervientemente en la gesta, destituyendo a un gobernador excedido en su mando
Cipriano Catriel fue un cacique principal de la dinastía de los Catriel. Mantuvo leales y respetuosas relaciones de paz con los criollos argentinos.
En 1874 se realizaba en el país la elección que consagraría a Nicolás Avellaneda como presidente, Bartolomé Mitre no reconoce el resultado y comienza a conspirar.
Una mañana de octubre de 1864 los 140.000 habitantes de Buenos Aires se encontraron con una sorpresa: descubrieron los cordones de las veredas pintados de naranja y carteles con una enigmática inscripción: «… Hesperidina is Coming”.
El 22 de septiembre de 1866, tropas aliadas intentaron tomar el fuerte de Curupaytí junto al río Paraguay, durante la guerra de la Triple Alianza. Como resultado, se escribió una de las páginas más negras en la existencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
En los tiempos de la Guerra del Paraguay, no todos fueron socios de la infamia. Felipe Varela, caudillo de los pueblos del sur, alzó su voz contra los poderosos de este y de aquel lado de fronteras imaginarias.
Entre 1864 y 1870 tuvo lugar la guerra más sangrienta y larga en la historia de América Latina. La Guerra de la Triple Alianza, también conocida en nuestro país como Guerra del Paraguay o Guerra Grande o Guerra Guasú en Paraguay, enfrentó a los países miembros de la Triple Alianza —Argentina, Brasil y Uruguay— contra Paraguay.
La fusión de las grandes familias porteñas unitarias y federales, al día siguiente de Caseros, con el objeto de defender los intereses porteños, debía concretarse en una institución en donde pudieran volver a confraternizar los que hasta ayer no más eran enemigos.
«La Porteña» fue la locomotora que condujo el convoy. Una multitud se dio cita en la plaza del Parque (hoy plaza Lavalle) de la ciudad de Buenos Aires.
La idea de traducir la obra del poeta italiano asaltó a Mitre durante su juventud y la tarea le llevó buena parte de su vida; en 1889, a los 68 años, empezó a publicarla.