Andresito Guazurarí, el gobernador guaraní
Andresito Guazurarí fue un caudillo militar y patriota argentino, de raíces aborígenes guaraníes, que intervino en la guerra por la independencia respecto de España, y que fue gobernador de la llamada Provincia Grande de las Misiones entre 1812 y 1820.

Andrés Guacurarí, Andrés Guasurarí o Andrés Guaçurarí y Artigas (Santo Tomé, 30 de noviembre de 1778 – Río de Janeiro, hacia 1821), conocido como Comandante Andresito, fue un militar y caudillo guaraní misionero.
Fue uno de los primeros caudillos federales de las Provincias Unidas del Río de la Plata. De origen guaraní, gobernó entre 1815 y 1819 la Provincia Grande de las Misiones, de la cual la actual provincia argentina homónima es solo un remanente. Fue uno de los más fieles colaboradores del general de la Banda Oriental (actual Uruguay) José Gervasio Artigas, quien lo apadrinó y lo adoptó como hijo; permitiéndole firmar como Andrés Artigas.
Nació en la reducción jesuítica de Santo Tomé ―en la actual provincia argentina de Corrientes― en la Gobernación de Misiones, que pertenecía al Virreinato del Río de la Plata (que había sido creado dos años antes, en 1776) perteneciente al Imperio español. Algunos historiadores[cita requerida] afirman que podría haber nacido en San Francisco de Borja (actual ciudad brasileña de São Borja, que se encuentra frente a la ciudad argentina de Santo Tomé). Era de familia guaraní, lo que —de no haber mediado Artigas— lo hubiera excluido de la oficialidad de la época.
Continuador de las luchas que tuvieron, entre otros exponentes a José Sepé Tiarayú, el protagonismo histórico de Andrés Guacurarí se inicia cuando en 1811 se sumó a las tropas de Manuel Belgrano en el intento de la expedición para libertar al Paraguay de los realistas. Luego acompañó a Belgrano hasta la Banda Oriental con el mismo objetivo, sin embargo al ser desplazado Belgrano de la dirección de las tropas y ser suplantado por el unitario José Rondeau, Guacurarí decidió adherir a los federales liderados por José Gervasio Artigas.
Artigas lo adoptó legalmente, lo que permitió que Andresito pudiera recibir ascensos, como un oficial del ejército. Hacia fines de 1812, ya como comandante de las Misiones Occidentales, Andrés Guacurarí logró desalojar a las tropas paraguayas que habían ocupado el departamento de La Candelaria (ubicado en el suroeste de la actual provincia argentina de Misiones). Esta actitud se explica por la desconfianza respecto a la actitud paraguaya en la guerra por la emancipación tanto respecto a España como ante la creciente injerencia del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve y la expansión del Brasil.
Andresito Guacurarí fue el principal capitán en la defensa argentina de los extensos territorios ubicados entre el río Paraná al oeste y el río Yacuy al este durante las invasiones luso-brasileñas. En 1815 venció a los invasores en La Candelaria (cerca de la actual ciudad de Posadas), liberando luego Santa Ana, San Ignacio Miní y Corpus. En septiembre de 1816 cruzó el río Uruguay en Itaquí; derrotó nuevamente a las tropas brasileñas, logrando así liberar gran parte de las Misiones Orientales, en la extensión llamada El Tapé (el camino, en guaraní; en este caso, el camino hacia los puertos del Atlántico). Nuevamente victorioso en la batalla de Rincón de La Cruz, puso sitio a su ciudad natal, pero los refuerzos que llegaron a auxiliar a los defensores lo obligaron a retirarse nuevamente tras el río Uruguay.
Los lusobrasileños pasaron nuevamente a la ofensiva, avanzando sobre la barra del río Aguapey. El 17 de enero de 1817, por órdenes del gobernador de Río Grande del Sur, al mando de Francisco das Chagas Santos invadieron las Misiones mesopotámicas, saqueando y destruyendo las poblaciones de La Cruz, Yapeyú, Santo Tomé, Santa María, Mártires, San José, San Ignacio Miní, Apóstoles, y San Carlos. Sin embargo, Guacurarí les hizo frente en estas últimas dos plazas, derrotándolos y obligándolos a retirarse. La situación le permitió pasar a la contraofensiva teniendo como principales lugartenientes a Sití, Matías Abacú y Mariano Mverá, avanzando hasta reconquistar San Francisco de Borja y gran parte de las Misiones Orientales.
En esas circunstancias, el Comandante General de Misiones Andrés Guacurarí (cargo para el que había sido designado a fines de 1814 por el líder de la Liga de los Pueblos Libres, José Gervasio Artigas), en marzo de 1817 fundó en la barra del río Miriñay, la nueva capital misionera: Nuestra Señora de la Asunción del Cambay. A principios de mayo Guazurarí recuperó todo el territorio abandonado por portugueses y paraguayos y luego logró derrotar a das Chagas Santos, quien había vuelto a invadir Misiones, en Apóstoles el 2 de junio de 1817.
Entre 1818 y 1819, Guazurarí atendió el frente interno por indicación de Artigas. Marchó sobre Corrientes, caída en manos de militares afines al poder central porteño, expulsó a los unitarios y repuso al gobernador Juan Bautista Méndez con la ayuda de la flotilla del corsario irlandés Peter Campbell y 2000 guaraníes de las antiguas misiones. Hasta 1819 ejercería el gobierno militar de la provincia, propiciando una reforma agraria y liberando a esclavos aborígenes y negros. En abril de 1819 Guazurarí ocupó los pueblos misioneros de San Nicolás y San Luis Gonzaga, por lo que los luso-brasileños contraatacaron. Guazurarí era el único caudillo preparado para enfrentarlos, por lo que avanzó hasta la frontera e intentó sitiar a Chagas Santos. Los brasileños, apoyados por tropas frescas recién llegadas de Porto Alegre y Alegrete, lo sorprendieron el 6 de junio de 1819 en el paso de Itacurubí del río Camacuá (combate de Itacurubí). El desigual encuentro fue desastroso para las fuerzas de Guazurarí; muchos de sus hombres, entre ellos el ruvichá Vicente Tiraparé, cayeron en combate y se vio obligado a abandonar el campo, con la idea de volver a formar sus tropas en la margen occidental del río Uruguay. Sin embargo fue hecho prisionero por los brasileños cuando intentaba cruzar el río Uruguay el 24 de junio de 1819.
Fue enviado envuelto en un pellejo de cuero crudo (el cual al secarse le dificultaba la respiración) a la prisión de Porto Alegre, y de ahí a Río de Janeiro. Se cree que murió prisionero en las mazmorras de la Ilha das Cobras (isla de las Cobras), probablemente en 1821. El mismo año de su derrota se firmó en Montevideo el llamado Tratado de la Farola, por el cual los nacidos en la Banda Oriental que abandonaron a José Gervasio Artigas y pasaron a formar parte del probrasileño Club del Barón (antecedente del Partido Colorado) ceden las Misiones Orientales al ya reino de Brasil a cambio de la construcción de un faro en la Isla de Flores.
La entrega de las Misiones, así como la Banda Oriental (hoy República del Uruguay), fueron parte del acuerdo por el que Brasil anexionó territorios y Buenos Aires eliminó su principal foco federal de resistencia a su centralismo. Artigas, con restos de su ejército se asiló en Paraguay en 1820, para ya no regresar.