Ana Faustina, la hija de Domingo Faustino Sarmiento
Faustina fue confiada por su padre al cuidado de su abuela, Paula Albarracín de Sarmiento, pero cuando pudo establecerse mejor en Chile, se la llevó con él.

A los 16 años, Sarmiento, comenzó a participar en los conflictos militares interprovinciales. Se enfrentó a las tropas del ascendente caudillo riojano Facundo Quiroga, y cuando este dominó San Juan, en 1831, se exilió en Chile, donde trabajó como maestro.
Sarmiento daba clases en una escuela. Se enamoró de una de sus alumnas, María Jesús del Canto, de 17 años. Fruto de esta relación, el 18 de julio de 1832 nació Ana Faustina.
La familia de la joven era acomodada. «Sarmiento no era un buen candidato para ellos, porque era pobre, maestro, y encima extranjero». De no hacerse cargo Sarmiento, lo más probable es que la pequeña hubiese ido a parar a un orfanato o a un convento, que en esa época era en muchos casos una misma institución.
Su padre la llevó consigo cuando regresó a la provincia de San Juan, y quedó al cuidado de su abuela y sus tías. Fue alumna del Colegio Santa Rosa, fundado por su padre. En 1842 se instaló con sus tías Bienvenida y Procesa en Chile, donde completó su educación en el colegio fundado por estas. En 1848, Sarmiento, que se había casado con Benita Martínez Pastoriza, adoptó al hijo del primer matrimonio de esta, conocido como Dominguito Fidel Sarmiento.
Años más tarde, Ana Faustina, contrajo matrimonio con Augusto Julio Belín, un impresor francés amigo de su padre en 1848; de esta unión nacieron seis hijos: Julio, Emilia, Augusto, Helena, Luisa y Eugenia.
Después de la caída de Juan Manuel de Rosas se trasladó a la provincia de San Juan. Pronto quedó viuda y trabajó como profesora en la Escuela Modelo y directora de la Escuela Superior de Niñas, base de la futura Escuela Normal de San Juan.
Participó en la creación de la Sociedad de las Madres Cristianas. Colaboró con las víctimas de la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires.
Acompañó y cuidó a su padre en sus últimos años en Paraguay. Murió en Buenos Aires, el 4 de diciembre de 1904.