1907 – Huelga de inquilinos de 1907
La Huelga de inquilinos o Huelga de las escobas de 1907 fue un movimiento popular contra la suba de los alquileres en las casas de inquilinato de la ciudad de Buenos Aires y otras ciudades argentinas, popularmente denominadas conventillos. La huelga se inició en agosto de 1907, duró aproximadamente 3 meses y participaron del movimiento más de cien inquilinatos con treinta y dos mil obreros en huelga.

La reacción frente a los reiterados e inconsultos aumentos en los alquileres reconoce antecedentes en la última década del siglo XIX, cuando se intenta formar una Liga de Inquilinos contra los propietarios, para lograr una rebaja efectiva en los mismos. Pero aún en noviembre de 1894 los asociados luchan para “obtener la rebaja racional de los alquileres”.
En 1905, se llevan a cabo renovadas tentativas para formar un grupo de resistencia contra el alza y obtener una rebaja de los vigentes que ronde el 50 % . Auspician esta “Liga Contra los Alquileres” la Federación Obrera Regional Argentina, la Unión General de Trabajadores y el Partido Socialista Argentino. En 1906 se forma el Comité Federal de la mencionada Liga, después de varias reuniones que se celebran en Balcarce 188.
Es este Comité el que da a conocer su intención de lograr una rebaja en los alquileres y en los impuestos que rigen para la ciudad capital de la Argentina.
En agosto de 1907 la Municipalidad decreta un aumento en los impuestos para 1908. Los propietarios de las casas de inquilinato suben los alquileres para anticiparse a los hechos y cubrir los nuevos desembolsos. Frente a esta decisión los inquilinos de un conventillo propiedad de Pedro Holterhoff, situado en la calle Ituzaingó 279, rehúsan pagar el alquiler. Pronto, otros conventillos imitan la actitud y presentan a los encargados pliegos de condiciones en los que solicitan rebaja de los alquileres y mejoras en las condiciones de la vivienda. Marchas de niños con escobas al hombro “para barrer a los caseros” recorren las barriadas de un baluarte de la inmigración como la Boca y otras zonas, en busca de adhesiones al movimiento huelguístico, que se extenderá hasta fines de 1907.
Los inquilinos que propician la huelga y forman un comité central, buscan nuevas adhesiones. Se impulsa desde allí la propaganda a favor de la medida y la conexión con los comités que se forman en los diferentes barrios de la ciudad. El movimiento asume gran envergadura. Casi 500 conventillos responden a la medida de fuerza y después de octubre de 1907 se forman comités de operaciones en zonas del Gran Buenos Aires como Lomas de Zamora y Avellaneda. El movimiento se extiende —aunque con menos fuerza— a Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata, Mendoza y La Plata.